En cualquier tipo de fraude a menudo existen señales de advertencia o de alerta que indican que alguien está intentando estafarte. Es importante mantenerte alerta a las tácticas que estos delincuentes usan para robarte. Si puedes detectar una estafa, puedes detenerla.

Por ejemplo, la tecnología y lo barato que es realizar llamadas automatizadas masivas permiten que los estafadores, con muy poco esfuerzo, llamen a decenas de miles de personas a la vez. Y es simple suplantar o falsificar la información que aparece en el identificador de llamadas (esto se conoce como “spoofing”). El identificador de llamadas puede indicar que la llamada fraudulenta proviene de la Administración del Seguro Social, Microsoft o incluso de un código de área local, lo que puede hacerte pensar que se trata de un amigo o un vecino. Debes dejar que todas las llamadas vayan a tu contestadora de llamadas o a tu correo de voz a menos que la llamada sea de un familiar o un amigo u otros números de confianza (tu médico o tu farmacia, por ejemplo). Escucha detenidamente, sé escéptico y decide si la llamada suena legítima. Si el mensaje incluye un número para que llames, ignóralo y llama a un número que puedas verificar que pertenece a la entidad.

Otro tipo de fraude común es conocido como “phishing”, o suplantación de identidad. Las estafas de suplantación de identidad tienen como propósito obtener datos personales y financieros valiosos —tales como tu número de Seguro Social, los detalles de una tarjeta de crédito o las contraseñas de cuentas en internet— o robar tu identidad, tu dinero, o ambos. Casi todas están asociadas con el correo electrónico, pero pueden presentarse de muchas maneras, incluso a través de mensajes en las redes sociales, anuncios emergentes, “vishing” (suplantación de identidad por teléfono), “smishing” (suplantación de identidad por mensajes de texto) y “pharming” (redirigir a las víctimas a sitios web falsos). Como se mencionó en la primera lección, es importante que nunca reveles información personal ni financiera a ninguna persona que se comunique contigo sin que tú lo hayas solicitado, incluso si usa el nombre de una entidad legítima.

Los estafadores también intentan obtener dinero de víctimas a quienes tratan como “mulas” de dinero, a menudo haciéndoles creer que se trata de un trabajo de comprador encubierto o comprador secreto. En estas estafas, por lo general el estafador envía un cheque falso a una persona y pretende que es parte del trabajo de comprador encubierto. Cuando la víctima deposita el cheque, el estafador le pide que compre tarjetas de regalo para “evaluar el servicio al cliente de la tienda”. Una vez hecha la compra, el estafador pide que le proporcione la información de la tarjeta de regalo. Inevitablemente, la víctima se da cuenta que el cheque que el “empleador” envió era falso y que el dinero que gastó para comprar las tarjetas de regalo era su propio dinero. Mediante este proceso, los estafadores a veces también pueden obtener información sobre cuentas bancarias. Aunque es tentador intentar depositar un cheque falso por si acaso sea auténtico, no corras el riesgo y rómpelo.

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